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  • Día Internacional de las Personas Cooperantes

    Día Internacional de las Personas Cooperantes

    Hoy, 8 de septiembre, Día de las Personas Cooperantes, ofrecemos nuestro reconocimiento a todos los actores que trabajamos en Cooperación Internacional, que sumamos esfuerzos para erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, defender los derechos humanos y proteger nuestro planeta. Desde FISC llevamos más de 25 años trabajando con estos objetivos.

    En nuestro país, según los datos aportados por la AECID, alrededor de 2.700 personas trabajan profesionalmente en más de 90 países.

    Las consecuencias de la pandemia están golpeando duramente a países que ya enfrentaban graves problemas económicos, medioambientales, sanitarios o educativos. Las poblaciones que ya están muy debilitadas por la falta de alimento, por la prevalencia de otras enfermedades, por encontrarse en entornos de inseguros o en condiciones económicas muy vulnerables, están viendo como estas situaciones se agravan notablemente.

    En el Día de las personas cooperantes, nos unimos al llamamiento de la CONGDE a fortalecer una política pública determinante en un momento en el que, a causa de la pandemia, millones de personas han visto empeorar sus extremas condiciones de vida.

  • Conversatorios con Chile

    Conversatorios con Chile

    A lo largo del mes de agosto hemos compartido diferentes momentos de conversaciones a distancia sobre experiencias de gestos de solidaridad que hemos vivido a lo largo de la pandemia.

    Nuestro voluntariado ha participado en esta experiencia de solidaridad compartida con todos los colegios de la Compañía de Maria de Chile. Estos conversatorios han servido para intercambiar experiencias solidarias entre el profesorado y alumnado, nos ha permitido compartir experiencias educativas en el tiempo de la pandemia y conocer como hemos vivido este tiempo desde diferentes lugares. Además hemos hablado de nuestras motivaciones solidarias, cual es nuestra experiencia humana y solidaria y qué nos mueve a trabajar en los lugares donde trabajamos.

    ¡Gracias!

    #SomosCompañia #TenderLaMano

  • Proyecto LLAMA

    Proyecto LLAMA

    FISC La Rioja participa en la Colonia Urbana de verano del Proyecto LLAMA, que se realiza durante el mes de Julio en el Colegio Compañía de María de Logroño con la ayuda de jóvenes voluntarios. En este proyecto se realiza apoyo escolar, actividades lúdicas y de tiempo libre con niños y adolescentes.

     

    Hemos colaborado impartiendo una sesión de sensibilización en la que dimos a conocer la labor de FISC y el Programa de Voluntariado Internacional “Salongo” entre los voluntarios-educadores que la organizan.

    Un orgullo hacerlo para un grupo de jóvenes que también ofrecen su tiempo a los demás con ganas e ilusión.

  • Atención Sanitaria en el barrio Nueva Vida (Nicaragua)

    Atención Sanitaria en el barrio Nueva Vida (Nicaragua)

    La crisis del coronavirus se ha unido a la gravísima situación que ya sufría Nicaragua. Desde el principio de la pandemia, en el país, se ha negado la situación. A pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales de salud y las propias asociaciones médicas y científicas de Nicaragua, no se han tomado medidas hasta el momento. Al principio de la pandemia incluso se reprimía el uso de mascarillas. Algunos ciudadanos que las usaban por la calle eran atacados; el personal sanitario recibió orden de no usarlas en los hospitales porque “alarmaban a la población”.

    La pandemia de la COVID19 ha hecho colapsar el débil el sistema de salud público y privado de Nicaragua. Ante esa realidad, las asociaciones médicas nicaragüenses emitieron el 1 de junio un llamado urgente: han convocado una cuarentena nacional para contener la “fase de expansión acelerada y transmisión comunitaria” del coronavirus. Sin embargo, no ha habido respuesta. Tampoco hay información de los test realizados. La OPS (Organización Panamericana de la Salud), que capacitó al personal de Nicaragua, ha exigido información, sin respuesta.

    Según el Observatorio Ciudadano COVID19, 72 trabajadores de la salud han muerto y 614 se han contagiado por COVID19. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que el número de muertos en Nicaragua es 21 veces mayor del que aseguran las cifras oficiales.

    En medio de toda esta situación, no hemos dejado de dar respuesta a las necesidades más básicas de la población del barrio Nueva Vida, sin dejar a nadie atrás. Seguimos manteniendo la atención sanitaria a esta población. En el dispensario mantenemos la atención médica general, el laboratorio de análisis clínico, la enfermería y curas y la venta social de medicamentos.

    Sin embargo necesitamos apoyo para seguir afrontando esta situación y mantener los servicios médicos abiertos.

    Por ello, pedimos tu ayuda para:

    • Garantizar una consulta médica general: 2 euros
    • Realizar un Biometría Hemática Completa (BHC) en el laboratorio: 3,2 euros
    • Realizar un Examen General de Heces (EGH) en el laboratorio: 2,8 euros
    • Facilitar un tratamiento completo de antibióticos (ceftriaxona): 3 euros
    • Tratamiento completo desparasitante (albendazol): 3,3 euros
    • Realizar un chequeo médico infantil para todos los niños/as de un aula (35 niñas y niños): 75 euros
    • Posibilitar el funcionamiento de toda el área de Salud (doctora, enfermera, laboratorista y responsable de Venta de Medicamentos) durante 1 mes: 5.466 euros

    Como FISC, el compromiso con los colectivos más vulnerables es nuestra razón de ser y en estos Nicaragua nos necesita más que nunca.

    ¡Ayúdanos a mantener abierto el Dispensario de salud! #RecuperemosLaSolidaridad #Nicaragua

    Hazte soci@                                   Dona ahora

     

    «El Ayuntamiento de Valladolid en su convocatoria de Emergencia 2020 COVID nos ha conncedido una subvención para el proyecto: «Emergencia sanitaria provocada por la presencia del COVID19 en Nueva Vida, Nicaragua».

  • Recuperar la solidaridad: Nuestro reto ahora es Nicaragua

    Recuperar la solidaridad: Nuestro reto ahora es Nicaragua

    ¿Qué está pasando?

    A 11 de junio, la Organización Mundial de la Salud informa que en la región de Latinoamérica y el Caribe ya hay más 3.415.174 de casos confirmados de COVID19 y más de 50.000 muertos. Sin embargo, Nicaragua es uno de los pocos países que no ha implementado medidas para tratar de frenar la expansión de la pandemia, al contrario que el resto de países de Centroamérica. El país no ha cerrado fronteras, paralizado su atividad ni obligado a los ciudadanos permanecer en sus domicilios. Nicaragua es el único país del mundo que no solo no ha cerrado los colegios y universidades sino que además se anima a los padres de alumnos para que acudan a clases, sin apoyos ni medidas de prevención y seguridad.

    La falta de medidas en Nicaragua para frenar la pandemia ha sido criticada por multitud de organismos internacionales, como la Organización Panamericana de la Salud, Human Rights Watch, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

    Sin embargo, la epidemia continúa creciendo en el país, aunque no se reportan oficialmente casos. La preocupación y el miedo aumentan considerablemente en un país sin medidas preventivas de aislamiento social y con un sistema de salud muy débil y fragmentado, en dónde no se garantiza el derecho a la salud de manera universal. Esta situación ya está afectando a los grupos de población más vulnerables.

    ¿Qué estamos haciendo?

    En FISC llevamos trabajando en Nicaragua desde el año 1998. El trabajo que realizamos en el país lo hacemos de la mano de la organización local Redes de Solidaridad y tenemos a dos técnicos desplazados allí, desde el inicio del proyecto, prestando apoyo a todas las actividades que se llevan a cabo en el país. Redes de Solidaridad es una organización nicaragüense sin ánimo de lucro, fundada por la Compañía de María en Nicaragua para apoyar el desarrollo del barrio Nueva Vida, una de las comunidades con mayores problemas de pobreza, marginalidad, inseguridad y violencia de la zona.

    Redes de Solidaridad lleva trabajando en Nicaragua desde hace más de 20 años. En estos momentos se están desarrollando varios proyectos importantísimos para que la población de Nueva Vida tenga mejores condiciones de vida, en un barrio en el que la actividad económica se centra en buscar basura en el vertedero que está a escasos metros del recinto de Redes de Solidaridad. Las tres grandes líneas de acción que estamos desarrollando son: El Centro Escolar, el Dispensario Médico y el Área Psicosocial.

    La situación que se está viviendo en el Pais, ya ha afectado a los proyectos llegando a poner en entredicho hasta la propia viabilidad y sostenibilidad. Por ello, tenemos que actuar de manera urgente.

    Tenemos que seguir dando respuesta a las necesidades más básicas como la educación, elementos de higiene, atención médica y psicológica. En toda esta crisis, debemos seguir apoyando las necesidades de esta población tan vulnerable sin dejar a nadie atrás.

    Necesitamos garantizar las medidas de protección y seguridad necesarias para prevenir el riesgo de transmisión de coronavirus y a la vez sensibilizar a la población del barrio Nueva Vida sobre medidas básicas de prevención.

    Como FISC, el compromiso con los colectivos más vulnerables es nuestra razón de ser y en estos Nicaragua nos necesita más que nunca.

    ¡Ayúdanos a mantener abierto el Dispensario de salud y el centro escolar en Nueva Vida!

     

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  • Ante el COVID19: Recuperemos la solidaridad

    Ante el COVID19: Recuperemos la solidaridad

    Cada día de esta crisis nos pone a prueba como personas y como sociedades. En medio del dolor, la incertidumbre y el temor, surge también un clamor por recuperar la solidaridad como valor humano fundamental para construir nuestra sociedad y la sociedad global, para hacer un mundo más justo y más fraterno.

    El COVID-19 no entiende de fronteras, pero sí de desigualdad y de pobreza. Vivir en un país en conflicto o con un sistema de salud frágil, convierte a cualquier persona en extremadamente vulnerable. Las poblaciones que ya están muy debilitadas por la falta de alimento, por la prevalencia de otras enfermedades, por encontrarse en entornos de inseguros o en condiciones económicas muy vulnerables, están viendo como estas situaciones se agravan notablemente. La situación en los países dónde trabajamos es muy distinta de uno a otro, pero esta problemática es común a todos.

    Muchas personas están sirviendo en primera línea a las personas más vulnerables ante esta crisis dentro y fuera de nuestras fronteras. Y sufren al verse desbordadas. Sirven y reclaman más medios para poder seguir haciéndolo. Reclaman también que las medidas políticas que se adopten apuesten decididamente por estas personas, teniendo en cuenta todas las dimensiones de la situación. La cooperación, la acción social y la incidencia son puntos de apoyo de la acción de la Fundación Internacional de Solidaridad Compañía de María.

    Pongamos el foco en las personas en situación de mayor vulnerabilidad, que nadie sea invisible y que nadie se quede atrás.

    Como FISC, el compromiso con los colectivos más vulnerable es nuestra razón de ser, y queremos seguir atentas a lo que nuestras comunidades, nuestras copartes, nos cuentan sobre cómo esta crisis las está golpeando. Esta crisis global nos pone delante la evidente necesidad de salir todas y todos juntos de esta crisis. O nos salvamos juntos o no se salva nadie.

    Necesitamos recuperar la solidaridad, necesitan tu solidaridad…

    Tomar partido siempre es importante, ahora es imprescindible. Os invitamos a sumaros al esfuerzo haciéndote soci@, con una donación puntual o aumenta tu participación si ya colaboras.

    Con tu aportación vamos a ayudar a mantener abierto el Dispensario de salud y el centro escolar en Nueva Vida, Nicaragua duramente golpeados por la crisis sanitaria del COVID-19; también contribuiremos con tu aportación a la construcción del complejo escolar en Dar es Salaam, Tanzania con escuela infantil, primaria y secundaria, que es el proyecto global que estamos apoyando TODOS LOS COLEGIOS DE LA COMPAÑÍA DE MARÍA Y FISC durante este año y el que viene. Además, con vuestra aportación, podremos ayudar a las familias afectadas por el COVID-19 en Haití donde tienen que hacer el reparto de comida casa por casa por la pandemia o podremos ayudar a proteger a jóvenes adolescentes víctimas de violencia sexual en Barranquilla, Colombia.

    Ahora te desgravas más

    El Real Decreto-ley 17/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueban medidas de apoyo al sector cultural y de carácter tributario para hacer frente al impacto económico y social del COVID-2019, incrementa en 5 puntos los porcentajes de deducción de los donativos realizado.

    Para los primeros 150 euros la deducción pasa a ser 80% y de un 35% para el resto de donativos.

    Muchas gracias ¡vamos a recuperar la solidaridad!

  • El impacto de estar siempre a la moda

    El impacto de estar siempre a la moda

    Hoy, 5 de Junio, con motivo del Día del Medio Ambiente, compartimos el documento de reflexión #conectaropapobreza de la alianza Enlázate por la Justicia, a la que formamos parte, dentro de la campaña “Si Cuidas el Planeta Combates la Pobreza”

    El nuevo informe recuerda que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo después de la petrolífera. Con él, Enlázate por la Justicia reclama estilos de vida más simples y hábitos más sostenibles en nuestro consumo de moda para minimizar el impacto medioambiental y social.

    Este informe cierra un ciclo de cinco estudios que han analizado el impacto de nuestros hábitos de consumo y estilos de vida en el planeta y en la vida de las personas y que en plena crisis del Covid-19 urge abordar. El informe y los materiales de difusión asociados están en el siguiente enlace

    Este año con el eslogan “La hora de la Naturaleza” las Naciones Unidas nos recuerdan que la variedad de alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el clima que hace posible nuestra vida en el planeta, no existirían sin los servicios de la naturaleza. A pesar de todos los beneficios que nos brinda nuestra naturaleza, todavía la maltratamos.

    Seguimos manteniendo que todo está conectado: Los retos globales sólo podemos afrontarlos colaborando, cooperando y sumando fuerzas con el compromiso de que los derechos y la dignidad de las personas están por encima de todo y a su vez muy conectados en este mundo global. Somos una única familia humana conviviendo en un único planeta.

    Apostamos por una ecología integral, que entiende la preservación del planeta como parte intrínseca de nuestra condición humana.

    Para cuidar de nosotros mismos debemos cuidar de la naturaleza. Llegó la hora de reaccionar. Llegó la hora de reconstruir mejor, por las personas y el planeta.

    Es la Hora de la Naturaleza.

    #EmergencíaClimática #conectaropapobreza #EnlazatePorLaJusticia #PorLaNaturaleza

  • Campaña COVID19

    Campaña COVID19

    El virus no entiende de fronteras, pero sí de desigualdad y de pobreza.

    Video de nuestra Delegación de La Rioja.

  • Respetar nuestra casa común

    Respetar nuestra casa común

    El Papa Francisco, en su encíclica, Laudato Si, se refiere al planeta Tierra como la «casa común» que ha sido permanentemente maltratada. Las especies amenazadas del planeta se defienden. Los humanos hemos degradado el medio natural hasta límites inimaginables desde hace algunas décadas. Eliminar bosques, selvas y junglas, convertir tierras antes habitadas por animales y vegetales y también por virus y parásitos en zonas urbanizables, o en tierras agrarias o de pastos, o dedicadas a actividades extractivas, ha facilitado que los «invisibles», mosquitos, virus… viéndose desplazados, hayan saltado a los animales y de los animales a los seres humanos. Habiendo eliminado diversidad biológica, los virus se han buscado la vida y han encontrado alternativas: el ser humano. Todo fruto de la destrucción de los ecosistemas. Según Lorena Farràs, periodista, más de un 70% de las enfermedades que han afectado a los humanos los últimos 40 años han sido transmitidas por especies salvajes que se han desplazado al ver destruido su hábitat natural. En esos mismos 40 años se ha perdido el 30% de masa forestal en el sureste de Asia, y en la selva amazónica, en tan sólo un año, entre 2018 y 2019, se han perdido casi 10.000 kilómetros cuadrados, según el Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible.

    En un planeta interconectado y con grandes aglomeraciones urbanas, ¿es una sorpresa que un virus se haya esparcido, con gran rapidez, hasta llegar a todos los rincones de los cinco continentes? Es evidente que hay cambios en la sociedad y en la ecología. La Tierra, organismo vivo autorregulado durante millones de años, nos avisa. No sigáis dañando la Casa Común o pereceréis. Os estáis autodestruyendo. El sistema actual cuestiona las bases de la vida.

    Fábricas y cadenas de producción deberán incorporar el factor ecológico como elemento esencial. Es necesaria una «glocalización». Es decir, hacer hincapié sobre lo local pero abiertos a aquello que es global. Hay que practicar un consumo austero y solidario basado en productos de proximidad para no ensuciar el medio ambiente evitando desplazamientos innecesarios de mercancías. Hay que poner sobre todos los demás bienes aquellos que son intangibles tales como la solidaridad, la afectividad, la justicia social, la cooperación,… Por tanto, no es verdad que «no hay alternativa», “hay una nueva alternativa”. Dejar de lado el expolio de la naturaleza, la centralidad del mercado y el beneficio, para poner en el centro la diversidad de las especies animales y vegetales y el ser humano con un respeto total a las diversas culturas que lo caracterizan. ¡Todas las tradiciones culturales merecen igual respeto! Todas las comunidades humanas tenemos un destino compartido. Si algo tenemos que aprender los occidentales de esta pandemia es a ser mucho más humildes. Pensábamos que las epidemias eran cosa de regiones subdesarrolladas y que no nos podían afectar a nosotros. Nos teníamos por superiores y ahora hemos podido comprobar que no lo somos. Los orientales llevan camino de solucionar mucho mejor el problema que europeos y norteamericanos. Para Pascal Boniface, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París, los occidentales nos habíamos creído ser el centro del mundo. Acostumbrados a imponer durante cinco siglos nuestras reglas al resto del planeta y a que las otras regiones las siguieran, pensamos que el Covid no nos afectaría. Y vimos con estupor como se extendía el virus por Italia, España y todo occidente. Parecía que esto sólo podía pasar en Asia, África o América Latina. Los occidentales ya no somos el conjunto del mundo. Tenemos que aprender a aceptar los puntos de vista de los no occidentales.

    Como escribe el teólogo L. Boff, «es urgente un centro plural de Gobierno Mundial para asegurar a toda la Comunidad de Vida, a todos los seres Etiopía. Preparando injera con Tef, cereal típico del país.
    Desforestación en Paraguay vivos, lo suficiente y decente para vivir». Es necesario un contrato social mundial y no solo a nivel de país. Los problemas mundiales requieren soluciones mundiales consensuadas por todos los países. Lo que nos salva es la cooperación y la solidaridad y no ser indiferentes a la pobreza y la miseria provocada por un proceso de acumulación de capital que ha durado siglos. Compartir conocimientos, en favor de toda la humanidad, nos permitirá salir de la crisis pandémica actual. Volver a la «normalidad» anterior implicaría seguir en el camino de la autodestrucción.

    En lo que llevamos de siglo XXI, la economía, según Xavier Ferràs en La Vanguardia, se ha hundido en 3 ocasiones:
    a) La «burbuja puntocom» (las empresas se revalorizaban, desde los 90 del siglo XX, poniendo el prefijo e- delante de su nombre o terminándolo con .com), que estalló en mayo de 2001. Estalló una burbuja tecnológica, Internet y tecnologías de la información, por la especulación sin base y el endeudamiento, con una caída salvaje del Nasdaq, acelerada por los atentados del 11-S. Crisis que afectó poco a Europa.
    b) Las «subprime», 2008. Paquetes de créditos hipotecarios para la adquisición de la vivienda. Una crisis que no sirvió para replantearse el sistema económico vigente, a pesar de las buenas intenciones de algunos líderes occidentales durante el inicio de la crisis. Todo lo contrario. Las soluciones pasaron por presionar más sobre el mundo del trabajo y del consumo en lugar de hacerlo sobre la riqueza y el capital. Y los beneficios de los últimos años han ido a accionistas y gestores de las grandes empresas y no a aquellos que más lo necesitan.
    c) El «Covid 19», 2020. Esperemos que la solución no sea volver a la «normalidad» porque la normalidad es el problema. Hay que llevar a término políticas públicas dirigidas a salvar las personas. Parece que así lo ha entendido, por fin, la Unión Europea.

    Con la actual crisis, son precisamente las empresas tecnológicas las que han incrementado más sus beneficios, alrededor del 20% de media, las llamadas Gafam: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft (aprovecho para preguntar cuándo estas grandes tecnológicas pagarán los impuestos allí donde tienen origen sus beneficios, en lugar de pagarlos en paraísos fiscales). Ante esta situación nos damos cuenta de la necesidad de contar con un sector público y una administración ágil, digitalizada y profesionalizada. Las empresas acabadas de citar se caracterizan por esas tres cualidades. Las grandes corporaciones y los estados autoritarios recopilan datos en cantidades exponenciales. ¿Cuándo lo harán las democracias con buenas intenciones?

    Debemos salir de esta crisis reforzando la ciencia y la investigación, a diferencia de lo que sucedió como consecuencia de la crisis de las subprime. Y la investigación debe ser compartida a escala mundial. Sin absurdos nacionalismos de estado cuando la vida de las personas de todas las regiones del mundo están en juego. Sorprende ver al presidente de Estados Unidos intentando tener él primero la vacuna contra el Covid. Esto es no entender nada en un mundo interconectado. Y debemos salir de esta crisis consiguiendo que las grandes fortunas, en lugar de hacer donaciones para investigación o alimentos o cualquier otra cuestión, tributen lo que les corresponde y dejen de frecuentar paraísos fiscales. No más limosna y sí más justicia.
    Slavoj Zizek, pensador social esloveno, concedió una entrevista a La Vanguardia de la que destacamos los siguientes párrafos:

    «Hegel escribió que lo único que podemos aprender de la historia es que de la historia no aprendemos nada, por lo que dudo que la epidemia nos haga más sabios. Lo único que es evidente es que el virus destruirá los cimientos de nuestras vidas… No habrá vuelta a la normalidad (…) Tendremos que aprender a soportar una vida mucho más frágil (…)”.
    «La solución no será el aislamiento ni la construcción de nuevos muros y posteriores cuarentenas. Es necesaria una plena solidaridad incondicional y una respuesta coordinada globalmente, (…)».
    «El gasto de billones para ayudar no sólo las empresas sino también los individuos se justifica como medida extrema para mantener la economía en funcionamiento y evitar la pobreza, pero lo que pasa es más radical: con estas medidas el dinero ya no funciona al modo capitalista tradicional, (…) sino más bien se desarrollará un comunismo del desastre como antídoto al capitalismo del desastre».

    «(…) ¿El sistema está sumido en una crisis profunda? ¿Y si están explotando de manera despiadada la epidemia para imponer una nueva forma de gobernanza? El resultado más probable de la epidemia es que acabará imponiendo un nuevo capitalismo bárbaro (…)».
    Duras reflexiones las de Zizek.
    Tenemos que aprender a aceptar los puntos de vista de los no occidentales. Debemos aprender a colaborar con todos los países del planeta. Tan sólo con soluciones multilaterales conseguiremos superar este y otros problemas que se puedan presentar. Hay que contemplar el mundo tal como es y no como fue. Y tenerlo en cuenta en su totalidad, tener en cuenta otros valores. Es inexplicable, ante un enemigo tan agresivo, que no estemos más unidos todos los europeos, siempre tan lentos en reaccionar, menos en esta ocasión, y todos los países de los cinco continentes.

    Kate Brown, profesora e investigadora estadounidense del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts, autora de un estudio sobre la catástrofe de Chernóbil, afirma que mueren 4.5 millones de personas cada año debido a la contaminación atmosférica, y que dos terceras partes de todos los cánceres tienen origen ambiental, y que, en el ámbito de la esfera nuclear, los beneficios se privatizan y el riesgo y los residuos se socializan. Y en cuanto a infección viral y cambio climático y, en concreto, en referencia al Covid-19, remarca que el 78% de las muertes en Italia, España y los Estados Unidos se han producido en regiones donde las emisiones de dióxido de nitrógeno son más elevadas.
    El reto del Covid, como hemos comentado más arriba, va paralelo al reto ecológico. Un mundo libre de contaminación, en que se respete la naturaleza, será un mundo más seguro y más justo. Justicia climática en el marco de la justicia social.

    Joaquim Alsina. Delegado Catalunya.

  • Necesitamos un cambio hacia una economía sostenible para las personas y el planeta

    Necesitamos un cambio hacia una economía sostenible para las personas y el planeta

    Hoy 22 de Abril, en el Día la Tierra, las entidades que formamos parte de ENLÁZATE POR LA JUSTICIA hacemos un llamamiento a que “ante la crisis global del Covid-19 es indispensable reforzar la cooperación mundial y el cuidado del medio ambiente

    En estos momentos de crisis transmitimos nuestro aliento a las familias que han sufrido la pérdida de seres queridos y todas aquellas que aún se encuentran luchando en los hospitales y nos solidarizamos con su dolor. Agradecemos a todos los profesionales y voluntarios que trabajan para salir de esta situación, a los que garantizan los servicios esenciales y a todas las personas que hoy, aún en estado de alarma, permanecen de manera responsable en sus casas.

    Esta crisis ha acentuado el valor de la vida humana, estremeciéndonos ante cada cifra de fallecidos y haciéndonos conscientes del cuidado que necesitan aquellas personas que son más vulnerables. Además, nos recuerda que los retos globales sólo podemos afrontarlos colaborando, cooperando y sumando fuerzas con el compromiso de que los derechos y la dignidad de las personas están por encima de todo y a su vez muy conectados en este mundo global. Nos corrobora que somos una única familia humana conviviendo en un único planeta.

    La pandemia del coronavirus ha hecho que seamos más conscientes de la fragilidad y vulnerabilidad humanas. Día a día la Madre Tierra nos pide que actuemos.

    Todo está conectado: Estamos experimentando en esta crisis nuestra fragilidad, interconexión e interdependencia. El sufrimiento que hoy nos afecta a unas personas, mañana afectará a otras y, por ello, también debemos compartir los conocimientos, recursos y medios para reforzar los lazos de cooperación universal que manifiestan la fortaleza de nuestra conexión.

    Nos preocupa la gestión de la emergencia en numerosos países para garantizar el confinamiento, que al mismo tiempo está sirviendo para la represión y el control del territorio. Nos preocupa la inseguridad y violación de los derechos humanos de los migrantes sometidos a una mayor contención migratoria y el rechazo provocado por el miedo al contagio, la falta de garantía de una seguridad alimentaria, la falta de control sobre la especulación con los precios de los alimentos básicos y el desabastecimiento, así como la violencia social que provocará la incapacidad del confinamiento de los sectores que necesitan un ingreso diario.

    También nos preocupa que esta crisis ponga en segundo plano la Emergencia Climática que vivimos y que se retroceda en los tímidos pasos que gobiernos e instituciones nacionales e internacionales estaban para proteger el planeta de su deterioro y su efecto en las personas. Un daño causado, casi siempre, por modos injustos e insostenibles de comprender la economía, el bienestar y el crecimiento.

    En este día, más que nunca, apostamos por soluciones globales que consideren el cuidado de la creación, sin dejar a nadie atrás. Apostando por una ecología integral, que entiende la preservación del planeta como parte intrínseca de nuestra condición humana.

    Por último compartimos las propuestas que nos hacen desde la CONGDE de una batería de recursos educativos para el día de la Madre Tierra.

    De la crisis #SalimosTodasJuntas