En un esfuerzo por promover la inclusión y el empoderamiento del colectivo gitano, especialmente de las mujeres, el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con Red Artemisa y la ONGD FISC ha puesto en marcha una ambiciosa formación en el marco del proyecto Agenda 2030 y Cultura de Paz en Madrid. Este proyecto tiene como objetivo capacitar a mediadoras y agentes de cambio en sus propias comunidades y construir comisiones de igualdad en colegios e institutos de Madrid.
El 2 de abril se celebró en la sede de la Federación Red Artemisa una formación a la que asistieron 20 mediadoras y mediadores que se embarcaron en el mundo de la planificación y la gestión de proyectos en una sesión muy productiva. Entre los ponentes que intervinieron en la jornada se encontraban Federico Fernández (Red Artemisa), Lucila Bergareche (FISC) y Vanessa Baldominos (Asociación Barró), que abordaron desde diferentes puntos de vista la planificación y la gestión de proyectos sociales.
En primer lugar, se organizaron pequeños grupos que tenían que organizar un plan: bien se trataba de una comida familiar, un viaje de amigas o un taller en un colegio. Gracias a esta dinámica, los y las participantes pudieron entrar de lleno en el tema que iban a abordar toda la mañana. ¿Cuáles eran los riesgos que suponían? ¿Con qué presupuesto contaban? ¿Alguno estaba en contra de los planes establecidos? ¿Tenían algún ingreso destinado a imprevistos? De esta manera tan sencilla, Fredy, en su intervención, resaltó la importancia de una planificación detallada para el éxito de cualquier proyecto comunitario. Además, destacó la importancia de identificar los motivos detrás de cada iniciativa y establecer criterios claros de evaluación. Por último, Fredy alertó en este primer paso que “uno de los problemas más comunes es soñar y no hacer un análisis de la situación previo que determine por qué vamos a hacerlo”.
Seguidamente, en el turno de intervención de Lucila, se hizo hincapié en el ciclo de los proyectos que, como resaltó varias veces, se compone de 5 fases que no pueden separarse: identificación, planificación, financiación, ejecución y seguimiento y evaluación. En cuanto a estos pasos, se destacó que la identificación era una de las partes más importantes, seguida de la ejecución y el seguimiento. Es importante, en especial, no perder de vista el seguimiento del proyecto y preguntarte el por qué en todo momento para asegurarse que todo el equipo de profesionales está luchando por el mismo objetivo. Los aliados son una parte fundamental para garantizar el buen transcurso del proyecto y es importante buscar a gente implicada desde el principio que participen como agentes de cambio. Por otro lado, Lucila apuntó que apoyarse en un cronograma (como el diagrama de Gantt o el de PERT) facilita el trabajo y ayuda a marcarse unos objetivos.
Por último, la compañera Vanessa, en su intervención, resaltó la importancia de comprender las bases y requisitos de las convocatorias para la financiación de los proyectos, así como la necesidad de recopilar indicadores de impacto y justificar adecuadamente el trabajo realizado. También se destacó la importancia de dar valor a nuestro trabajo, pues “aquello que no se recoge en números como las personas atendidas, usuarios visitados, participantes registrados, etc. no existe, ni para la administración ni para nuestra entidad”.
El proyecto de formación no solo busca capacitar a las mujeres gitanas como mediadoras comunitarias, sino también empoderarlas para que se conviertan en líderes y agentes de cambio en sus propias comunidades. Con el compromiso y la orientación de expertas como Fredy, Lucila y Vanessa, ha concluido uno de los talleres que se enmarcan en este gran proyecto Agenda 2030 y Cultura de Paz en Madrid y del que puedes obtener más información en las redes sociales de las entidades o en sus páginas web para que tú también puedas ser un agente de cambio.
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