Reflexiones en torno a la Carta de Derechos Humanos Emergentes

Lo primero que debemos destacar con respecto a este documento es su pertinencia, es buena y necesaria la revisión de la Declaración de Derechos Humanos que se publican en 1948 por la Asamblea de Estados de Naciones Unidas, no todos, por cierto.

Los valores sobre los que se asientan los derechos humanos no son algo estático, sino que, aun manteniendo siempre su vigencia, la forma de entenderlos va evolucionando, se enriquece con el paso del tiempo y van adquiriendo matices distintos en cada época. Por poner un ejemplo, la libertad que se defendía en las revoluciones del siglo XVIII no tiene el mismo significado que hoy donde a pesar del avance de las libertades individuales en el mundo, se hace evidente las desigualdades en el disfrute de esta y de las nuevas amenazas que no se daban el S. XVIII.

Por otra parte, es importante destacar que la Declaración Universal de Derechos Humanos se hace por parte de Naciones Unidas con la intención de que sea un documento fundador de una ética humanista del S. XX.  desde una óptica individualista y liberal.

Sin embargo, la Carta de Derechos Humanos Emergentes surge de la experiencia y de las reivindicaciones de la sociedad civil global en los inicios del S.XXI. Parte de una nueva concepción de la participación ciudadana y concibe los derechos emergentes como derechos ciudadanos, teniendo en cuenta el déficit público y la dificultad de cambios reales en contextos de desigualdad, iniquidad e injusticia global básica.

Así, debemos entender que los derechos humanos, están necesariamente sometidos a permanente transformación en virtud de las realidades sociales cambiantes, las nuevas necesidades y retos sociales de cada época.

En nuestro mundo actual, es muy importante atender a las demandas y necesidades de los grupos más vulnerables a menudo invisibilizados. El derecho a la vida, a la salud, a la igualdad de trato, a la paz, etc., adquieren una nueva dimensión si lo enfocamos desde una mirada que se sitúe en los márgenes de la sociedad y de los grupos menos favorecidos. La igualdad sin equidad ya no se entiende porque no se trata de suprimir diferencias si no de conseguir que estas no sean discriminatorias.

Principios rectores de la Carta de Derechos Humanos Emergentes

La Carta de Derechos Humanos Emergentes, se apoya en una serie de principios transversales:

  • Principio de coherencia, que reivindica la interdependencia, la universalidad de estos principios.
  • Principio de horinzontalidad, son principios sin jerarquía alguna.
  • Principio de promoción a la multiculturalidad, que reconoce en el mismo plano los derechos individuales y los colectivos.
  • Principio de solidaridad, promueve la solidaridad como exigencia ética con un carácter de responsabilidad entre los actores.
  • Principio de participación política, reconoce la dimensión política de todos los derechos.
  • Principio de género, integra una dimensión de género desde una perspectiva transversal que afecta a todo el entramado de esta Carta.
  • Principio de inclusión social, entendiendo esto no solo como una garantía para el acceso a los bienes y servicios sino también el acceso a la plena ciudadanía.
  • Principio de exigibilidad, porque ningún derecho puede ser relegado en su cumplimiento.
  • Principio de no discriminación, que es a la vez un derecho humano transversal.
  • Principio de seguridad humana.

Desde esta enumeración de principios /valores, se desglosa una serie de demandas de derechos que abogan por una democracia igualitaria, plural, paritaria, participativa, solidaria y garantista. Estas demandas van desde el derecho al trabajo o la salud (incluyendo la salud reproductiva); el derecho a una muerte digna; a la seguridad vial; el derecho a vivir en un ambiente sano; el derecho a la pluriculturalidad y a la protección de la identidad cultural; el derecho a la información y comunicación y toda una larga lista que engloba VI capítulos de nuevos derechos que afectan a los individuos, a las colectividades y a la sociedad, desde una perspectiva de ciudadanía mundial solidaria.

 Es muy importante destacar el esfuerzo realizado en esta Carta de Derechos Humanos Emergentes por no dejar atrás, no sólo las demandas más relevantes de nuestro tiempo, sino los enfoques, las perspectivas plurales de una sociedad cada vez diversa.

Ese esfuerzo inclusivo por integrar todas las miradas es realmente el reto más difícil al que nos enfrentamos hoy, con la paz amenazada en varios puntos del planeta, el auge del individualismo acérrimo y la fragmentación social, ideológica y espiritual que favorece el capitalismo neoliberal de nuestros días.

Así la Carta con su mirada pluralista e inclusiva, favorece el que nos entendamos como personas individuales dentro de un sujeto colectivo, construyendo lo común desde la base del respeto a las diferencias, la visibilidad de los más vulnerables y el reconocimiento de las necesidades económicas, sociales, culturales y espirituales de individuos diversos dentro de la “Casa Común”.

Para más información: https://www2.world-governance.org/article906.html?lang=es

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