El pasado fin de semana, tuvo lugar la segunda sesión del plan de formación del Programa Salongo 2022. Tras varios encuentros telemáticos, tuvimos la suerte de poder juntarnos, vernos las sonrisas y conocernos en persona.
Fueron dos días de conocer, reflexionar, aprender y compartir. Por un lado, realizamos una puesta en común sobre qué nos mueve a formar parte del proyecto y cómo nos situamos ante esta nueva experiencia. Además, reflexionamos sobre qué sentimos y qué pensamos de la realidad social y cómo actuamos en consecuencia en nuestro día a día. Todos coincidimos en la importancia de parar, de “bajarnos del mundo” de vez en cuando, y dedicarnos tiempo a reflexionar sobre cómo estamos, porqué hacemos las cosas y qué consecuencias pueden tener nuestras acciones.

Partiendo de esa reflexión, llegamos al origen de la Agenda 2030: en qué consiste y cómo podemos ser partícipes del cambio. Ser conscientes de la realidad del mundo fue impactante. No obstante, la existencia de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y de países y personas comprometidas con el sueño de lograr un mundo mejor, nos posiciona ante una visión optimista y esperanzadora que nos impulsa a conservar la ilusión y a participar en este programa de cooperación para el desarrollo. Para ello, realizamos una dinámica y generamos varios debates sobre qué es cooperación, qué es desarrollo y qué generaciones de la educación para el desarrollo nos encontramos en la actualidad.
Por otro lado, conocimos qué es FISC, qué acciones lleva a cabo y cuáles son sus valores, realizando especial hincapié en la unión entre solidaridad y justicia. Todos consideramos que es muy importante conocer y compartir dichos valores para poder transmitirlos en nuestros destinos. También fue fundamental conocer el perfil de voluntariado de FISC por lo que realizamos varias actividades y puestas en común sobre qué características puede tener una persona que decide emprender esta aventura.
Asimismo, a lo largo del fin de semana, fuimos realizando diferentes dinámicas y juegos que nos sirvieron no solo para reflexionar y comprender los contenidos de las sesiones, sino para conocernos, disfrutar y pasarlo bien. Fue muy enriquecedor compartir tanto y tan bonito con personas a las que, un viernes, no conoces prácticamente de nada y con las que, un domingo, formas equipo y te sumas a vivir una experiencia de vida.
Por último, conocimos nuestros destinos y comenzamos a llenar nuestras mochilas con mucha ilusión y mil ganas de vivir la experiencia Salongo, a través de la cual podremos experimentar lo que dice la canción que escuchamos al principio del encuentro, “que lo mejor vendrá”.
Elisa Sagredo
Voluntaria Salongo 2022

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